La Ciudad

Los alumnos de la Facultad de Exactas y su responsabilidad con la comunidad

Estudiantes de las carreras de Química y Bioquímica participan de un proyecto de voluntariado que tiene como objetivo concientizar sobre los riesgos del monóxido de carbono.

La Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (Fceyn) de la Universidad Nacional de Mar del Plata participa de un proyecto de voluntariado dirigido a toda la comunidad, que tiene como objetivo prevenir muertes por inhalación de monóxido de carbono (CO). Estudiantes de la Licenciatura en Química y de la carrera de Bioquímica, bajo la coordinación de docentes-investigadores de esa unidad académica y de la Facultad de Ingeniería, realizan distintas tareas de difusión de información, divulgación científica y trabajos con sensores, que buscan concientizar sobre el peligro de respirar este gas tóxico y sobre el aporte a la sociedad de los desarrollos científicos-tecnológicos de nuestros investigadores.

Tres alumnos de la Fceyn y una graduada del profesorado de química cuentan qué los motivó a formar parte de este Programa de Voluntariado Universitario del Ministerio de Educación de la Nación, que tiene como objetivo general profundizar la función social de la Universidad, integrando el conocimiento generado en las aulas con las problemáticas más urgentes de nuestro país.

Para Ruth, estudiante avanzada de la Licenciatura en Química, “es importante comunicarle a la sociedad lo que se desarrolla puertas adentro de la universidad y muchas veces es difícil hacerlo a menos que sea por medio de estos programas”. En este sentido, remarca que “es difícil tener contacto con la gente más allá de nuestro círculo familiar y contarle qué es lo que hacemos, que muchas veces puede servir para solucionar problemas”.

En la misma línea, Agustín, también estudiante de la Licenciatura en Química que está cursando el tercer año de la carrera, resalta la importancia de difundir lo que se hace en la facultad, por qué y para qué se trabaja. Sin embargo, aporta una perspectiva más personal y considera que “el proyecto es una linda oportunidad de crecer; es como tener otra formación fuera de lo académico, de lo más frío”, afirma, quien destaca que “nosotros podemos dar a conocer lo que hacemos y decirle al mundo ?miren, acá estamos, estamos haciendo algo que sirve?”

La principal problemática que atiende este proyecto es aquella relacionada con las intoxicaciones y muertes por inhalación de monóxido de carbono. Para ello, lo que se busca es, por medio de trabajos a cargo de los estudiantes de la facultad, aumentar la información acerca de este gas tóxico y su mecanismo de acción.

“Me resulta muy interesante el tema y si lo puedo transmitir, mejor. La idea es que llegue a la mayor parte de la población, no sólo a los más chicos. Esto se puede prevenir, sólo basta revisar calefones o calefactores todos los años. Muchas veces la gente no sabe estas cosas?hay que gente que calefacciona un ambiente con el horno, ¡es un delirio!”, afirma Florencia, estudiante de la carrera de Bioquímica.

Las actividades del Voluntariado

Belén es graduada del profesorado de química y trabaja en cinco colegios de la ciudad, y conoce de primera mano el ámbito de la enseñanza media. “Lo que me impulsó a participar de este proyecto de voluntariado es tratar de que les llegue a los chicos del secundario qué es el monóxido de carbono, qué pueden hacer por su cuidado y para que no haya contaminación, y sobre todo concientizar a la gente”, sostiene. “Esto es un tema de educación, por eso la mejor manera es concientizar a la comunidad, generando charlas, informando a la gente”.

Algo similar plantea Agustín. “Un objetivo es informar. Pero otra cosa que buscamos es generar conciencia, que no es lo mismo. Cuando uno informa se entrega información sin esperar ninguna reacción de nadie; cuando generás conciencia, sucede que la gente hace un ?click?, se pregunta sobre el tema en sí mismo, saben cómo tienen o no tienen que actuar frente a la problemática que tratamos, en este caso, la peligrosidad del monóxido de carbono y su inhalación”.

Las actividades están dirigidas a alumnos de escuelas secundarias de gestión estatal y privada del partido de Gral. Pueyrredon, y a través de ellos a su entorno familiar, amigos y la comunidad en general. Pero, además, se realizan otro tipo de trabajos, como charlas en otras unidades académicas o sociedades de fomento.

“Dimos un charla en una sociedad de fomento del Barrio Las Dalias sobre todo el contenido que tiene el proyecto en sí, lo que es el monóxido de carbono y todo la cuestión más técnica, pero adaptada para que sea de conocimiento general, fácil de entender”, relata Ruth. “La idea era que durase 20 minutos, pero terminó extendiéndose por una hora y media porque tuvimos mucha interacción con la gente, nos contaron experiencias propias de familiares intoxicados con monóxido de carbono o sus problemas con las instalaciones de gas en sus casas”.

“Espíritu comprometido y su rol para enaltecer la función social de la universidad pública” Joaquín Villa, Coordinador de Compromiso Social Universitario de la Secretaría de Políticas Universitarias de la Nación destacó que desde este sector “tratamos de generar las herramientas necesarias para que los estudiantes desarrollen su espíritu comprometido con la sociedad y que puedan enaltecer la función social de la universidad pública, tal como sucede en este proyecto”.

Asimismo, destacó la cercanía generacional entre los estudiantes de la Facultad de Exactas y los alumnos de las escuelas secundarias a quienes están dirigidas muchas de sus charlas. “Además de la cercanía por las edades o por los ámbitos educativos, también es positivo porque se está viendo que a nivel nacional y local hay una necesidad de forzar los puentes y los lazos entre la educación media y la educación universitaria”. Por ello, destacó que”vamos a generar todas las políticas y acciones necesarias para que esa relación y ese vínculo sea mucho más estrecho”.

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